jueves, 28 de enero de 2010

ENTIERRAN VIVO A ESTUDIANTE EN SALTILLO COAHUILA LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE COAHUILA RESPONDE RESPECTO A ESTE CASO




Juan Manuel Encina Lara, de 19 años de edad, estudiante de la Escuela de Enfermería, de la Universidad Autónoma de Coahuila salió de "una tumba" donde lo sepultó su compañera Mónica y varios amigos de la chica, después de que lo golpearon e hirieron con una navaja y lo dieron por muerto.
Mientras que el rector de la UAC, Mario Alberto Ochoa Rivera, desmintió las versiones periodísticas al aseverar que ninguno de los agresores es estudiante de la Facultad de Medicina y lamentó que la nota afecte la imagen de la Máxima Casa de Estudios.
Mientras que el joven señaló que si hay una alumna de su salón entre sus agresores.
La tarde de este lunes, el Ministerio Público giró orden de presentación contra cuatro de los presuntos involucrados, aunque el número aumentará pues serán requeridos todos los que estaban en la fiesta en la madrugada del domingo.
Encina Lara acudió este lunes a rendir su declaración de hechos ante el Ministerio Público (MP) del Fuero Común, Everardo Rosales Saucedo.
El joven relató que el sábado Mónica le habló y lo invitó a "una tocada" en la casa de un amigo en la colonia Bonanza.
En la madrugada, como a las 4:00 horas salieron a encaminar a uno, pero se detuvieron a hacer sus necesidades fisiológicas en una tapia.
Cuando estaba de espaldas lo golpearon con un block en la cabeza, lo aventaron al suelo y le siguieron pegando fuerte entre varios y Mónica le dio tres navajazos en un brazo. También le dieron varios piquetes en el estómago.
Para evitar que lo siguieran lastimando Juan Manuel "se hizo el muerto" y lo metieron en unas bolsas de plástico y se lo llevaron arrastrando hasta un montón de basura y ahí le echaron tierra, el sitio está muy cerca de un panteón, ubicado a unos cuantos metros atrás de la vivienda.
Dijo que lo enterraron,por el jaloneo las bolsas se rompieron, él pudo respirar un poco y tan pronto sus victimarios se fueron corriendo, Juan Manuel se levantó de la fosa y fue a pedir ayuda al velador del cementerio quien habló a la Cruz Roja y pidió una ambulancia.
Paramédicos le prestaron los primeros auxilios y lo trasladaron a la Clínica uno del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde fue internado y este lunes se le dio de alta.
El agente del MP, Rosales Saucedo, dijo que el joven presenta tres heridas de arma blanca en el brazo, golpes en la cabeza, rostro y diversas partes del cuerpo, así como navajazos en la cabeza, pero no tiene fractura de cráneo como difundieron algunos medios.
Diarios locales informaron que el afectado y sus agresores eran alumnos de la Facultad de Medicina, de la Universidad Autónoma de Coahuila.
Los responsables serán juzgados por al menos tres delitos; tentativa de homicidio, golpes y lesiones., lo que significa que podrían pasar de 8 hasta 25 años en prisión.
En el caso del estudiante sepultado vivo ya hay denuncia por parte de su padre y por la tarde rindió declaración en la que durante tres horas y media precisó detalles sobre la agresión de que fue objeto.
Los que antes eran unos machos, ahora resultaron unos pollitos asustadizos y huidizos, pues al parecer los chavos que sepultaron vivo a su amigo ya se fueron de la ciudad, o al menos eso revelaron sus respectivos familiares a las autoridades.
Juan Manuel Encinas Lara, de 19 años, rindió declaración ayer ante el Ministerio Público, donde aclaró la información que inicialmente virtió por medio de policías y paramédicos.
Ahora afirmó que no es estudiante de la Facultad de Medicina, sino estudiante de la Escuela de Enfermería, también que los agresores no son sus compañeros de escuela, sino compañeros de un grupo de rock llamado Dragones, o algo así.
ESCUCHA SUS PLANES
También señaló que entraron al panteón brincando la barda y que iban a ingerir cervezas.
En su declaración dijo que al ser golpeado, para evitar que lo siguieran vapuleando, fingió estar muerto y así, consciente, pudo darse cuenta del momento en que sus amigos planearon enterrarlo vivo ahí mismo y que para evitar que lo mataran en verdad, no evitó ser sepultado.
El lugar donde fue sepultado según la inspección ministerial, es un pozo de no más de 50 centímetros de profundidad.
Hasta el momento se mantiene la versión de que pudo tratarse de alguna apuesta o una mala broma la que le jugaron los agresores a Juan Manuel Encinas Lara, de 19 años, al sepultarlo vivo en un panteón, luego de meterle una brutal golpiza. Estudiante de Enfermería lesionado expresa que sus agresores actuaron como si ya antes hubieran hecho lo mismo
• Entre los atacantes de Juan Manuel Encino Lara, el estudiante de Enfermería que fue “enterrado vivo” el fin de semana, había dos mujeres, una de ellas también alumna de la misma escuela de la UAdeC, reveló la propia víctima.
Encino Lara expresó, además, sus sospechas de que la agresión que él sufrió al enterrarlo en un panteón, haya sido un ritual que ya habían efectuado antes.
En entrevista con , el joven recuerda vagamente lo que hablaban los cuatro hombres y las dos mujeres que lo lesionaron, pero una frase le hizo pensar que efectivamente querían matarlo.
“Uno de ellos decía: ‘Dénle en la cabeza’”, recordó, “no estaban pensando en herirme, sino en matarme. Cuando dejé de moverme me querían meter en bolsas negras, pero no sé por qué no lo hicieron, luego comenzaron a cavar”.
Las dos jóvenes implicadas fueron identificadas como Dulce y Mónica, esta última compañera de estudios de Encino, pues cursaban juntos el segundo semestre de Enfermería en la Escuela Santiago Valdés Galindo.
Con la cara hinchada por los golpes, Juan Manuel dijo que su compañera lo invitó a tocar en un grupo musical.
“Sabe que yo toco la batería, accedí sólo por eso”, explicó, “fuimos primero a convivir, pero no hablábamos nada de música y yo comencé a hartarme”.
De hecho, explicó, no era la primera vez que su condiscípula lo invitaba a salir, pues con anterioridad le hablaba de fiestas a las que nunca aceptó ir.
Pero fue la noche del sábado cuando acudió a un concierto casero en la colonia Bonanza.
Ahí sus acompañantes empezaron a notar que Juan Manuel no estaba a gusto y lo convencieron de que los acompañara al Panteón de Dolores, donde hablarían de la banda de rock que querían formar.
Dentro del panteón, y sin motivo alguno, señaló, sintió el primer golpe a la altura del tórax, y después perdió noción de lo que sucedía.
“Yo les grité que por qué lo hacían, en especial a la chica que yo conocía”, aseguró, “ella sólo me dijo: ‘Ya estás metido en esto’, y siguió con los golpes. Yo preferí hacerme el muerto, quería que pararan”.
Después escuchó que sus agresores hacían un agujero en el suelo y lo semienterraron mientras comenzó a perder el conocimiento.
El universitario no recuerda cuánto tiempo estuvo enterrado, sólo que empezó a mover la tierra porque se asfixiaba y así salió de su sepultura.
Fue el velador del panteón quien lo encontró por la mañana y llamó a la ambulancia para que le brindaran los primeros auxilios.
Desde el hospital donde convalece Juan Manuel exigió ayer justicia y aseveró que a pesar de haber sido víctima de sus compañeros seguirá estudiando Enfermería pues esta experiencia afianzó aún más su vocación.

Se estaban drogando
En sus primeras investigaciones sobre el caso, el Cuarto Grupo de Homicidios de la Fiscalía General del Estado a cargo de Everardo Rosales Saucedo, dijo que los agresores de Juan Manuel Encino se encuentran prófugos.
El funcionario estatal señaló que Mónica fue quien invitó a la fiesta a Juan Manuel, y minutos después llegó Dulce acompañada de cuatro personas que estaban en el sótano de una casa bebiendo y drogándose.
Rosales Saucedo señaló que los agresores tienen órdenes de presentación, pero hasta el momento ni sus familiares saben dónde se encuentran.
Las autoridades creen que los atacantes sólo pusieron tierra encima del cuerpo de Juan Manuel, porque de haberlo enterrado es probable que debido a los golpes no hubiera podido salir.

Estudiaban Enfermería
Las autoridades de la Universidad Autónoma de Coahuila establecieron ayer que Juan Manuel Encino Lara es estudiante de la Escuela de Enfermería Santiago Valdés Galindo, y no de la Facultad de Medicina, como se estableció inicialmente.
El mismo rector Mario Alberto Ochoa declaró que los agresores tampoco son alumnos de Medicina.
Con base en la información proporcionada por los cuerpos de auxilio que atendieron a Encino Lara, VANGUARDIA publicó ayer que él y sus atacantes eran estudiantes de Medicina, pero este lunes la víctima y las autoridades hicieron las precisiones correspondientes.

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